No me permito pensar en ti, no me permito echarte de menos. Pero cada vez que escucho una canción te recuerdo, y odio hacerlo, lo odio con todas mis fuerzas. Odio esta cobardía de no permitirme quererte. Odio el egoísmo de morirme por dentro al no saber si todavía piensas en mí, si todavía me echas de menos. Odio querer coger este jodido móvil y no permitirme enviarte un mensaje para decirte cualquier chorrada con la excusa de saber qué tal te va. Odio recordar la última vez que te vi. Odio saber que tu intención era encontrarme después de un mes sin saber de mí. Odio que me encontraras y quedarme muda al verte. Odio el beso que rozó la comisura de tus labios. Odio el momento en que te fuiste, cuando avancé mis pasos y eché la mirada atrás para ver cómo te marchabas. Odio saber que ese sería nuestro último recuerdo. Odio saber que tú te desvivías por mí y yo te quería demasiado. Odio... odio ser tan cobarde.
Lo siento.
Sin ti no puedo vivir y contigo moriré.
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